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25 Diciembre y las fiestas paganas.

La Navidad es una fiesta que hoy, de una forma u otra, alcanza no solo al mundo religioso cristiano, sino también a países de otras religiones y personas agnósticas o no creyentes. Es ya más que una celebración religiosa. Es un paradigma, una metáfora de un momento de mayor intimidad familiar, de arquetipos antiguos, de sueños de fraternidad perdida. Y sin embargo, sus orígenes no son claros.

¿El profeta judío no nació el 25 de diciembre? Ciertamente, no. No conocemos ni el día ni el mes ni el año de su nacimiento. Ni el lugar, ya que lo más seguro es que nació en Nazareth ( se dice jesus de nazarteh) el gemntilicio es evidente

¿dónde surge entonces la idea de celebra la Navidad cristiana el 25 de diciembre? por lo pronto, hasta bien entrado el siglo IV de nuestra era, la Navidad o no se celebraba o se celebraba en otras fechas. Por ejemplo, en un cálculo del año 243 se fija el día del nacimiento de Cristo el 28 de marzo, día en el que fue creado el Sol, teniendo en cuenta que para el cristiano el Mesías es, según el profeta Malaquías, el “sol de justicia”

En el ano 194 después de Cristo, Clemente de Alejandría escribió que Jesús nació el 18 de noviembre del año 3 antes de nuestra era, pero ofreció dos fechas alternativas: el 19 de abril y el 20 de mayo. Un siglo y medio más tarde Epifanio fijó la Navidad el 6 de enero.

Al principio del cristianismo no se celebraba la Navidad. Era algo que no interesaba, la única gran festividad era la Pascua. Las fiestas referidas a los apóstoles estaban ligadas al día de su muerte, de su martirio, no de su nacimiento.

Una de las primeras fiestas que empezaron a celebrarse fuera de la pascua fue el bautismo de Jesús o Epifanía, que se celebraba, y aún hoy se celebra, el 6 de enero, considerando que la verdadera manifestación de la divinidad de Jesús llego durante el bautismo que recibió de su primo Juan Bautista.

Y decidieron que fuera el día 6 de enero. ¿Por qué? si se desconocía la fecha del nacimiento de Jesús, menos aún se conocía la de su bautismo. Al parecer, se decidió esa fecha porque los paganos, es decir, los no cristianos, celebraban la fiesta en honor a Dionisios. ( DIOS DEL VINO)

¿Cuándo llega la Navidad?

Y comenzaron, desde inicios del siglo IV, como aparece en un papiro encontrado en Egipto, a celebrar también la Navidad. Pero como se ignoraba la fecha, la juntaron al la del bautismo; así, durante mucho tiempo se celebró la Navidad el 6 de enero.

¿Cuándo comienza pues, a celebrarse la Navidad el 25 de diciembre, separándola de la fiesta del bautismo o de la Epifanía? No existe certeza absoluta de dicho cambio. Todo parece indicar que fue tras haber condenado el concilio de Nicea, el año 325 de nuestra era, la doctrina que negaba que Jesús Dios se había hecho hombre.

Había pues, que buscarle una fecha diferente a la Navidad

La razón por la que la Iglesia primitiva, a pesar de dicho relato evangélico, decidió celebrar la navidad el 25 de diciembre tampoco es de ciencia cierta.

Todo hace parecer que los cristianos, aconsejados por el emperador Constantino –que de perseguidor de los cristianos se había convertido en el gran defensor de la nueva religión abrazando su fe-, escogieron el 25 de diciembre porque esa era la fecha de la gran fiesta pagana dedicada al Sol.

También el 25 de diciembre se celebraba en el Imperio Romano se celebraba un culto solar en el seno de la religión de Mitra. Era esa fecha cuando todo el mundo pagano celebraba la fiesta de la luz y del sol. precisamente los emperadores romanos seguidores del culto de Mitra habían levantado templos al “Sol invencible”.

En esa fecha se hacían grandes hogueras y grandes bacanales. Entonces, los seguidores del profeta judío decidieron cristianizar la gran fiesta pagana del Sol colocando en esa fecha el nacimiento de quién, según dijimos, el profeta Malaquías había indicado que sería el “sol de justicia” de Israel.

A partir de entonces, la Iglesia de Roma hizo grandes esfuerzos para imponer esa fecha del nacimiento de Cristo, separada de la fiesta teológica del bautismo, a todas las demás iglesias orientales. pero todo hace pensar que no fue fácil ya que muchas se resistieron hasta nuestros días.

La misma Iglesia de Jerusalén resistió hasta el siglo VI y siguió celebrando la Navidad el 6 de enero. En realidad, la fiesta de la Navidad, separada ya de la del bautismo, se había contaminado enseguida de las fiestas al Sol adquiriendo algunos de sus rasgos más paganos y festivos. Algo que aún colea hoy.

Quienes critican dentro del cristianismo que la Navidad se ha paganizado, que es una fiesta más consumista que religiosa, ignoran que en su origen la Navidad, trasladada al 25 de diciembre, incorporó muchos de los distintivos de fiesta pagana romana, algo que es criticado ya entonces por los cristianos orientales.

De ahí que no hace mucho que los alemanes llegasen incluso a pensar en cambiar la fecha de La Navidad para poder celebrarla en optro dia.

La verdad es que anteriormente a los romanos, la fiesta del 25 de diciembre era ya celebrada por los celtas.

Era la fecha en la que el invierno había llegado a su ecuador.
Y existen tradiciones de la Navidad que no nacen de la festividad cristiana, como la de los regalos, que suele atribuirse al relato de los Reyes Magos que llevaron obsequios al Niño Jesús.

Ya en los ritos paganos del 25 de diciembre era tradicional “dar y recibir regalos”.

Se trata de una tradición que existía siglos antes de Cristo y que el cristianismo acabó apropiándose de ella.

Hay hasta quién piensa que el relato evangélico en el que se narra que unos magos llevaron de regalo a Jesús oro, incienso y mirra fue creado para aplicar a la leyenda del nacimiento de Cristo la antigua costumbre pagana de cambiarse regalos en la fiesta del solsticio de invierno, el 25 de diciembre.

Lo que tampoco sabrá nunca la Iglesia es el año cierto en el que nació Jesús, a pesar de que nuestro calendario actual arranca paradójicamente de aquel año que desconocemos.

En su tiempo, el calendario que regía en todo el mundo era el calendario romano, que se basaba en los años transcurridos desde la fundación de Roma. Según el calendario cristiano moderno, Roma se fundó en el año 753 antes de Cristo y, por tanto, este 2001 sería el 2754 de la fundación de Roma, el calendario romano data más o menos de un siglo después de la caída de Roma.

La fecha y el año de Navidad fueron decididos por Dionisio el Exiguo en el año 525 después de Cristo. Dionisio decidió basar su calendario en el nacimiento de la fecha de Jesús, sólo que su problema era que tampoco él sabía el año en que Jesús había nacido. ¿Qué hizo? servirse de toda una serie de cálculos y adivinanzas personales. Se apoyó en la historia romana para hacer su cálculo. Sumó hacia atrás, los reinados de los emperadores, método que ya se había usado

De ahí que se eligiera el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento del jefe de la nueva religión que, desde muy antiguo, era la fiesta de iniciación, en la que los fieles del paganismo comían alimentos sagrados y bebían vino para obtener la salvación y la salud, gracias a la diosa de la Tierra, y alcanzar así la resurrección en el más allá.

La Navidad sería, pues, la metáfora religiosa heredada de otras fiestas antiquísimas de las religiones agrícolas. Metáfora religiosa que, según explica Francisca Martín-Cano Abreu en su trabajo sobre el significado astronómico del arte prehistórico y la religión, relata la culminación de la historia de la agricultura, en la que Jesús, al igual que Buda, Horus, Carpo, Sida, Misa y libera, se identifica con el fruto de la Virgen Diosa tras haber sido también semilla que convierte en fruto.

Según esta mitología, el mismo relato de Lucas, en el que aparecen un asno y un buey en el pesebre donde nació Jesús, tendría relación con la diosa soberana de los Animales, que da a luz entre animales. La iconografía cristiana imita la obra de arte pagana y en muchos casos le cambia el significado a las escenas. Por ejemplo, el famoso árbol de la vida de las antiguas religiones fue cambiado por el árbol del bien y del mal, y hasta acabó condenando la manzana, que era símbolo de inmortalidad, como fruto maldito.

Para los defensores de la hipótesis del cristianismo como mitología, dicha religión tiene origen en la primitiva religión agrícola, que supuso, según Martín-Cano, por parte de nuestros ancestros del Paleolítico, “el primer intento científico-religioso, basado en la observación, de explicar la naturaleza y sus complejos fenómenos, antes de que los conocimientos científicos descubriesen las leyes de los fenómenos naturales”.

Todas las religiones primitivas se basaban en los hechos de la naturaleza, en la observación de los astros y en las estaciones ligadas a las cosechas. De ahí que en el nacimiento de las religiones aparezcan siempre elementos de la astrología.

Lo más probable es que también al contar la historia del nacimiento de Jesús, del que poco o nada sabemos, se hayan introducido elementos de las antiguas mitologías. Baste recordar que muchos siglos antes de Cristo, el dios Mitra, según una leyenda popular, había nacido de una virgen el 25 de diciembre, en una cueva, siendo adorado por pastores y magos, obró milagros, fue perseguido, lo mataron, y resucitó al tercer día.

Fuente: Articulos Internet.

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